Uno de los servicios que ofrecemos a nuestros clientes es el de IT Business Partner, en el que adoptamos una posición ejecutiva, asesorando a la dirección y distintas áreas en temas tecnológicos y alineando la estrategia de la empresa con las acciones del área de tecnología.
Este servicio resulta especialmente valioso en empresas donde no existe el rol de CTO (en muchas se queda en un “encargado de informática” que no abarca la misma función) y que, a menudo, se han quedado atrás en el aspecto tecnológico: baja o nula digitalización de sus procesos, alta carga de gestión, seguridad deficiente, dificultad para poder abordar nuevos retos y una escalabilidad muy reducida.
En este caso nos distanciamos de tareas de desarrollo (o las complementamos) y nos centramos en aplicar nuestros conocimientos a más alto nivel, posicionándonos como un asistente directo al CTO (Chief Technology Officer) o, en muchos casos, como un CTO para empresas que, por tamaño, no tienen uno.
Tengo departamento de IT ¿Qué me aporta un IT Business Partner?
- Conocimiento de otros sectores/competidores: nuestras actividades suelen abarcar varios sectores y empresas, aunque cada operativa es diferente y las necesidades no siempre coinciden al 100%, solemos tener referencias de primera mano de otras empresas se han enfrentado a los mismos desafíos.
- Punto de vista externo: Al aproximarse a la problemática de la empresa desde fuera, parte de las asunciones culturales que afectan al personal permanente no se dan por asumidas por lo que muchas veces se aporta un punto de vista fresco.
- Actualización tecnológica: tener contacto con más empresas y sectores y proyectos más variados (y la propia competitividad del mercado tecnológico) hace que el personal externo suela estar más actualizado tecnológicamente que el interno.
¿Y si NO tengo un departamento de Tecnología?
Además de los beneficios anteriores, en empresas que no cuentan con un departamento de tecnología, los beneficios son mayores y contar con un perfil de este tipo se hace imprescindible a partir de cierto tamaño o ambiciones de crecimiento o eficiencia.
- Es un perfil profesional de referencia tecnológica: Es una persona especializada y con experiencia que puede asesorar acerca de qué iniciativas se deben abordar e identificar las acciones y tecnologías necesarias para ayudar a la empresa a conseguir sus objetivos.
- Pone orden en todas las iniciativas y proveedores técnicos: En empresas sin este rol de coordinación, tanto los procesos de contratación, mantenimiento, etc. como las propias operaciones tecnológicas (mantenimientos, backups, actualizaciones) se suelen realizar de manera poco organizada, provocando fricciones y afectación al servicio.
- Es un interlocutor único que conoce tanto el negocio como la tecnología: Al centralizar las comunicaciones con los proveedores, freelances, etc. con los que la empresa trabaja (y hablando su jerga), ahorra tiempo y frustraciones a la dirección. Asimismo, por su contacto constante con el mercado puede comprobar que los contratos con los proveedores, los servicios contratados, etc. sean los adecuados para las necesidades reales.
¿Qué características debe tener un IT Business Partner?
- Orientación a negocio: En este rol, debemos hacer un foco más específico en la parte de negocio que en la meramente técnica, evaluando la idoneidad funcional, temporal y económica de cada una de las acciones técnicas, formativas, etc. que podrían acometerse en cada momento.
- Visión de conjunto y capacidad de análisis sistémico de la empresa: Es fundamental conocer los procesos de la empresa, sus actividades y como se relacionan unos con otros, en ese punto el análisis sistémico es una herramienta fundamental.
- Capacidad de interlocución a varios niveles y comunicación efectiva: Nuestros interlocutores pueden ir desde el director de la empresa, jefes de departamento hasta personal técnico o proveedores, por lo que la capacidad de comunicación y la empatía, junto con el análisis realista de las necesidades y el pensamiento crítico, son fundamentales.
- Visión técnica amplia y conocimiento del mercado: Parte de nuestra responsabilidad y de nuestra entrega de valor es el conocimiento externo que podemos aportar respecto a herramientas, tendencias y posibles mejoras que se puedan implementar que provengan de otros sectores o que estén siendo implementadas por los competidores.
¿En qué te puede ayudar un IT Business Partner?
- Mapeo de los procesos de negocio e identificación y priorización de mejoras en los mismos: En una primera fase, de aterrizaje, debemos empaparnos de la actividad de la empresa, sus procesos internos e identificar los pain-points existentes, tanto los expresados abiertamente por los empleados como las causas raíz de los mismos.
- Elaboración, evaluación y selección de ofertas y proveedores: Muchas veces la selección de proveedores se realiza de manera poco estructurada, lo que suele llevar a malentendidos y desviaciones de tiempo y costo, en estos casos la elaboración de una RFP, convocar de forma ordenada a los proveedores y una evaluación transparente de las ofertas aporta múltiples ventajas, tanto a la empresa como a los proveedores.
- Priorización y coordinación de proyectos: La coordinación de los proyectos, resolución de no conformidades, gestión de desviaciones y la comunicación en un lenguaje entendible a la dirección son parte integral de nuestro rol. Es importante que la labor tecnológica se vea como una actividad integrada dentro de la empresa y no como algo externo y un “mal necesario”.
- Optimización de recursos y costes de IT. Al tener una visión conjunta de los sistemas, proveedores y tecnologías de la empresa se pueden identificar duplicidades y posibles optimizaciones en infraestructura y licencias o de uso más eficiente del software ya adquirido.
- Eliminación de deuda técnica y creación de un plan de actualización: La acumulación de deuda técnica es como el colesterol, se va depositando silenciosamente hasta que explota: un software que se queda sin soporte, el empleado que es el único que conoce un sistema abandona la empresa o simplemente que el esfuerzo de ampliar un sistema se vuelve simplemente insostenible y empieza a limitar al negocio. Estos riesgos deben estar catalogados, controlados y, llegado un punto, mitigados.
Como conclusión, diremos que, en determinadas organizaciones, contar con un perfil así permite a la empresa flexibilidad y, muchas veces, un mejor rendimiento al abordar nuevas iniciativas de negocio, clientes o proyectos; y un mejor control de sus activos tecnológicos.